Hiiro no Kakera

¡Hay que sellar la Onikirimaru!

Si lo que estás buscando es un anime con valores tradicionales, misterio, drama, acción, una ligera dosis de romance y chicos guapos, no lo dudes, este es tu anime.

Hiiro no Kakera (Fragmentos de escarlata en español según el traductor de Google xD) es uno de los últimos animes que he tenido oportunidad de ver y que quería comentar. Hace un tiempo me pasaron la promo de la primera temporada y he de admitir que me llamó la atención el diseño de los personajes y los aspectos técnicos de la serie que se muestran en el tráiler, por lo que decidí echarle un ojo al menos a los tres primeros capítulos (de trece que tiene). El primero cumplió sus expectativas, pero a partir de ahí el anime entra en un ciclo repetitivo con pocos avances en el argumento principal. Antes de seguir, os presento una sinópsis de la serie.

Sinópsis

Cuando Tamaki Kasuga, de diecisiete años, se muda a Kifumura con su abuela debido al traslado laboral de su padre, no es capaz de imaginar en ningún momento lo que su presencia va a desencadenar en el lugar. Y es que su abuela, Baba, le revela que ella es la nueva princesa Tamayori, la única encargada de proteger el sello de la Onikirimura, una espada milenaria que contiene el poder para destruir el mundo y por la cual pelean los dioses de los alrededores del pueblo. Tamaki acepta sin protestar el título de princesa Tamayori, aunque para poder proteger la espada debe despertar como tal, algo que no sabe cómo hacer. Sin embargo, no estará sola. Contará con la ayuda de cinco guardianes que por lazos de sangre y caprichos del destino están obligados a proteger a la princesa y seguir al pie de la letra sus designios. Ellos son Takuma Onizaki, Mahiro Atori, Yuuchi Komura, Shinji Inukai y Ohmi Suguru, quienes además de velar por la princesa y proteger la espada tendrán que enfrentarse al grupo Logos, una organización dirigida por Aria Rozenburg, la doncella sagrada de Dios, que pretende hacerse con la Onikirimaru para sus propios fines, por lo que para conseguirla intentarán robar los Artefactos necesarios para romper su sello. ¿Podrán Tamaki y los guardianes preservar el poder oculto de la espalda milenaria y salvar así el mundo de su destrucción?

Valoración

Ese es en general el argumento de Hiiro no Kakera. Parece seguir la línea de tantos otros animes en los que una colegiala que tiene el poder de cambiarlo todo (y que por norma ni ella misma sabe que posee) se ve implicada en un mundo de leyendas increíbles y chicos guapos encargados de protegerla y seguirla allá donde vaya. 

Pues sí, esa es la temática de la serie, la misma que sigue Fushigi Yuugi o incluso Inuyasha, aunque Hiiro no Kakera es algo distinta, ya que ésta transcurre en la actualidad y no en la Edad Media. Sin embargo, sus trece capítulos dicen bastante poco y dejan muchas cosas en el aire. Como he mencionado anteriormente, el anime entra en un ciclo repetitivo en el se preceden las escenas de Tamaki y los guardianes en la azotea del instituto trazando planes para derrotar a Logos. Después hay alguna pelea con dicha organización en la que los guardianes acaban todos hechos polvo y poco más. Así capítulo tras capítulo contando con la aparición de nuevos personajes que pasan ante el espectador sin pena ni gloria, como Mitsuru Kotokura, la sacerdotisa del templo donde vive Tamaki con su abuela (que, por cierto, siente algo por Shinji Inukai, uno de los guardianes de la princesa Tamayori), Kiyono Takara, una de las compañeras de clase de Tamaki y sobrina de Ashiya Masataka (del cual poco o nada se sabe en la primera temporada de este anime, pero que de algún modo muestra interés en la Onikirimaru), y Ryou Kutani, un chico bastante lanzado y atrevido que está repitiendo curso en la clase de Tamaki y del que tampoco se sabe apenas nada.

El ritmo de la serie es lento en general, aunque da la dosis necesaria de acción y misterio para engancharte, siendo que algunos aspectos se van haciendo más y más previsibles a medida que se suceden los capítulos, sobre todo de cuál de los cinco guardianes se enamorará Tamaki, algo que está claro casi desde el principio, aunque el romance brille por su ausencia en esta temporada.

En resumidas cuentas, la sensación que deja este anime tras verlo es que no ha pasado nada y te has enterado de menos. Sí, sabes que el argumento gira en torno al sello de la Onikirimaru y la lucha contra Logos por hacerse con los Artefactos, pero la temporada finaliza sin que queden claros los papeles de Ryou o Ashiya, por ejemplo, personajes a los que no se les saca el partido que deberían tener. Trece capítulos destinados a conjeturas sobre Logos y peleas contra ellos con apenas descubrimientos sobre lo que en verdad encierra el argumento de la serie me parecen demasiados y consiguen, como digo, darle un ritmo lento al anime. Por ello todo es tan frenético y emocionante en la segunda temporada. Le dan un giro tremendo a la historia y eso sí que hace que estés pegado a la pantalla capítulo tras capítulo. Por eso hay que tener paciencia con la primera temporada y saber que lo bueno se hace esperar.

Los aspectos técnicos de la serie así como su banda sonora merecen mención a parte. Los colores, los paisajes, el uso de la luz y los efectos empleados en las batallas son bastante impresionantes, y las canciones transmiten exactamente lo que cada escena pretende transmitir. Especialmente me ha gustado el opening de Hiiro No Kakera, Nee, interpretado por Maiko Fujita. Os lo dejo por aquí para que lo escuchéis y juzguéis por vosotros mismos:

Por tanto, y comparando esta temporada con la segunda (de la que también haré una valoración), le doy la siguiente puntuación a Hiiro no Kakera:

~ 7/10 ~

Es tan solo una opinión más, pero he decir que el anime me ha gustado y que si no me hubiera enganchando no hubiese seguido la serie hasta el final ni mucho menos me hubiera interesado en la segunda temporada, que me tiene completamente pegada a la pantalla.

Ahora os toca a vosotros, ¿qué opinión tenéis de Hiiro no Kakera?

PD: ¡Mis guardianes favoritos son Takuma y Yuuchi, aunque el personaje de Ryou tiene un no sé qué que qué se yo que también me encanta!